Aluminio y corrosión

Aunque el aluminio es un metal muy activo desde el punto de vista químico (con notable potencial electroquímico) su comportamiento se estabiliza por la formación natural de una película protectora de óxido en la superficie, la pasivación (independiente a los tratamientos físico-químicos posteriores, como el lacado o el anodizado). Esta película suele ser muy estable a pH entre 4,5 y 8,5. Pero  no hay metales comerciales propiamente inoxidables, los hay como el aluminio, con una velocidad de corrosión muy lenta, sin embargo, existen fenómenos que los deterioran de forma acelerada:

  • Corrosión uniforme: Corrosión homogénea sobre todo el material que se suele dar en entornos de pH muy alcalinos o ácidos donde la película de óxido natural se solubiliza.
  • Picado: Es la más habitual. Se trata de una corrosión localizada normalmente debida a la presencia de iones cloruros (agua de mar).
  • Corrosión intergranular: Se produce por diferencias de potencial entre los microgramos que componen el metal. Normalmente es debida a errores en el tratamiento térmico.
  • Corrosión cavernosa: Se produce en grietas del metal, habitualmente por acumulación de líquido (por ejemplo, agua).
  • La corrosión galvánica es un proceso oxidativo entre metales de diferentes propiedades en contacto, pero rara vez aparece por sí sola en el aluminio. Lo común es que la acompañan o catalizan, otros fenómenos corrosivos provocados por humedades, picaduras, impactos, etc.
  • Corrosión filiforme: Este tipo de corrosión se evidencia como ataques delgados y poco profundos que progresan bajo las capas de pintura, como las lacadas. Es principalmente un problema estético, muchas veces debido a un ataque defectuoso de la superficie del material previo a la coloración.

¿Como combatirlos?

Se debe evitar la aparición de humedades en las zonas de contacto metálico con el aluminio (zonas de acumulación de condensados y líquidos, faltas de sellados del cerramiento con obra, mala colocación de vierteaguas…)

Los ambientes de pH alto son altamente corrosivos. El cemento húmedo posee un pH elevado por lo que debe ser en lo posible, aislado del aluminio.

La tornillería puede ocasionar corrosión galvánica. Aunque normalmente la diferencia de áreas a favor del aluminio compensa este hecho, adjuntamos una tabla del manual de Hydro, sobre recomendaciones de uso de tornillos inoxidables o galvanizados en caliente, para diversos entornos.

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